UTENSILIOS DE LA COCINA OAXAQUEÑA
Los primeros platillos de Oaxaca que se vienen a la mente son el mole, los tamales
y el chocolate, típicos de varios estados, pero sobre todo Oaxaca. Esta hermosa región
gastronómica ha tocado los más recónditos rincones del mundo con su pintoresca y típica
manera de cocinar.
La tradición en la cocina involucra trabajar con utensilios y técnicas
antiguas de las cuales muchas son de épocas prehispánicas. No es raro encontrarse en
la pequeña cocina -también el corazón de un hogar- de una humilde oaxaqueña metates
de piedra basáltica, molcajetes, ollas y comales de barro, molinillos, cucharas y palas de
madera y manteles tejidos y bordados.
Se pueden encontrar desde comidas elegantes de ocasiones especiales como el mole
negro y el tejate durante bodas y festejos patronales hasta pequeños placeres como los
son los tamales con atole blanco durante la comida. Sin embargo, aunque los
ingredientes y ocasiones sean diferentes, lo importante de estas preparaciones son la
dedicación y calidad que le meten las cocineras a cada paso para que por más humilde
que sea el alimento pueda ser casi perfecto; no se va a encontrar un mole con tropiezos
innecesarios, ni un atole sin colar, o un pedazo de guajolote sin haberse cocido bien.
Oaxaca pone en sus alimentos la representación de su trabajo en comunidad.
En muchas
ocasiones, tal como lo es para el caldo de piedra, el pueblo se junta para poder reunir
los ingredientes, procesarlos y cocinarlos para compartir. Comer no es solo para
satisfacer el hambre, sino para satisfacer el alma. Es por esto que Oaxaca resalta entre
las demás cocinas por ser una cultura orgullosa de su pasado, sus raíces y su presente,
todo visto detrás de una sencilla hojita con nicoatole
Comentarios
Publicar un comentario